Aspectos técnicos

Instalaciones

Los conejos pueden ser adquiridos tanto en criaderos como en cabañas. Las mejores razas para carne son la californiana (cuerpo blanco con hocico y extremidades negras) y la neocelandesa (totalmente blanco).

La conocida fama de prolíficos que poseen los conejos no se la han ganado en vano, pues la capacidad reproductiva de las hembras sometidas al sistema intensivo de producción, alcanza a 6 pariciones por año, con un promedio de 7 gazapos (crías) por vez. 

Así como el índice de natalidad es alto, lo mismo ocurre con el de mortalidad que en ocasiones afecta a un 25% de la cría. Los motivos los encontramos en que el conejo sufre fuertes ataques de estrés y, al igual que el mono, su cuerpo carece de mecanismos de defensa. 

Es aconsejable servir a las hembras de raza neocelandesa con machos californianos, pues las primeras aportan a la cría habilidad materna y menor índice de mortandad, mientras que los segundos favorecen el crecimiento y la conversión (con menor alimento lograr mayor porte). Así mismo las conejas logradas con estos servicios son consideradas excelentes vientres. 

Requisitos para la instalar un criadero

Para instalar un criadero se necesitan sólo 15 metros cuadrados. El requisito indispensable es que la instalación del tinglado sea óptima para la salud de los animales: ello implica que esté lo suficientemente aireado, que cuente con buena iluminación natural y artificial, (para alcanzar las 14 horas de luz diarias en el invierno) y que posea un contable suministro de agua potable. 

Influencia del ambiente sobre la reproducción

Temperatura inferior a los 10º

Aumento de enfermedades respiratorias y digestivas.

En el macho: Disminución de la libido; disminución de la fertilidad, Azopermia (ausencia de espermatozoide) . Este efecto perdura por varias semanas. 

Temperatura mayor a los 25º

Aumento de la mortalidad de los gazapos al parto, abandono de las camadas. 

En el hembra: disminución del consumo de alimento. Disminución de la receptibilidad y fertilidad. Aumento de la mortalidad embrionaria. 

Humedad 

  • Optima: 60 - 70 %
  • De 70 - 80 % Hay mayor incidencia de problemas respiratorios.
  • Menor de 50 % sequedad de mucosa, mayor cantidad de pelo y polvo en el ambiente que afectan al aparato respiratorio.  

Densidad de población en las jaulas para conejos de razas medianas

Gazapos en engorde (hasta 2,200 Kg.)  

1000 cm2 por animal  

Gazapos en engorde (crianza colectiva)  

600 cm2 por animal

Conejos de reposición (alojados individualmente)  

2500 cm2 por animal  

Machos reproductores  

3000 cm2 por animal  

Hembras con sus crías con el nidal dentro de la jaula  

3000- 40000 cm2 por animal  

En caso que el nidal fuese externo o suspendido  

2500 cm2 por animal  

Sistemas de apertura y cierre de cortinas 

En el dibujo 1 pueden observarse los detalles de un sistema rápido de abertura o cierre de cortinas. Este sistema consta de un cable de acero de 4 mm sostenido en cada extremo del galpón por una roldana de fundición de 4 pulgadas. 

En uno de los extremos del cable se coloca un contrapeso y en el otro una manivela (un simple rodillo con manija o bien con un sistema de multiplicación de fuerza mediante engranajes). Cada 1,80 m debe colocarse una roldanita o un gancho de hierro de 6 mm recubierto en la parte curva con una manguera plástica por donde pasan las cuerdas de poliéster que unen la cortina al cable de acero. A través del doblez que la cortina debe poseer en la parte superior se pasa un hierro de 8 mm o caño fino sobre el cual se atan las mencionadas cuerdas cuando la cortina está totalmente baja. 

De este modo, al accionar la manivela, en pocos segundos puede cerrarse o abrirse todo el lateral de un galpón. Para sujetar la cortina y evitar que se rompa cuando hay viento conviene colocar tiras de contención cada 1,80 metros, ya sea en posición vertical o en forma de X. 

 

1-Crique
2-Roldana
3-Madera
4-Roldanita
5-Cable de acero
6-Rienda
7-Cuerda de poliester
8-Contrapeso
9-Cortina de arpillera plástica
10-Varilla longitudinal de hierro de 8 mm. de diámetro.

Consejos a tener en cuenta para la elección del terreno y el diseño de los galpones

  • Ser del menor costo posible.
  • No inundable y de buen drenaje.
  • Contar con agua potable.
  • Estar aislado de otras granjas.
  • De fácil acceso a rutas y caminos afirmados.
  • De dimensiones tales que permita una buena disposición de los galpones y futuras ampliaciones.
  • Los galpones se construirán sobreelevados respecto al nivel del terreno.
  • La orientación del galpón NO-Se, en su longitud mayor, es la más indicada para la zona del litoral , ya que permite una buena circulación de aire y evita la fuerte incidencia del sol en verano.
  • Para la separación de los galpones se debe considerar entre dos y medio a tres veces el ancho del galpón.
  • Un correcto manejo de las cortinas y el uso del sobretecho del galpón contribuyen a controlar la humedad; mantener bajos los niveles de dióxido de carbono y amoníaco, permitir la entrada de aire y puro y eliminar el exceso de polvillo en el ambiente.

Reproducción

El tiempo de gestación de la hembra es de un mes. Una vez que da a luz, la cría debe permanecer junto a su madre durante 30 días (período de lactancia). Luego de ello al producirse el destete es aconsejable trasladar a todos los hermanos juntos para evitar que el estrés sufrido por el alejamiento del seno materno sea aún más agudo. A los 10 días ya pueden ser separados por pares o en forma individual para su mejor desarrollo (período de engorde). 

La madre -preñada poco tiempo después del parto- luego del destete descansa sola en una jaula hasta que se produzca el nuevo alumbramiento. Se recomienda planificar los servicios entre los diez y quince días posteriores a la parición, salvo en la estación del otoño cuando lo ideal es hacerlo al segundo o tercer día, pues la receptividad de las hembras se ve afectada por el fotoperíodo de crecimiento que atraviesan.

En un sistema de producción intensiva no deberían suspenderse las fecundaciones por razones climáticas, pero se tiene que tener mucho cuidado con las altas temperaturas registradas, en particular,  en el período que va de diciembre a marzo, debido a que si no se toman los recaudos necesarios, las hembras prontas a parir corren riesgo de morir. 

El macho, por lo general, trabaja día por medio para lograr recuperarse y disminuir el riesgo de que no prenda el servicio. También es aconsejable dejar que el macho en cada encuentro realice dos o tres servicios para asegurar realmente la fecundación. 

Otra recomendación que dan los entendido en el tema es la de aumentar la proporción de machos por hembra. Lo normal en este tipo de criaderos es que cada 10 conejas haya un conejo. Sí se aumenta la cantidad de machos hasta llegar a una relación de ocho a uno, el rendimiento anual será mayor.    

Conejos procreando

Edad de reproducción

4-5-meses

Período de gestación

31 días

Crías por camada

7

Número de tetas

8-12

Camada por año

6-7

Consumo diario de alimento

140-200 gr.

Peso al destete

500 gr.

Madres

Una buena madre es aquella que proporciona un alto índice de parición (muchos gazapos) y queda preñada cada vez que sea servida, no tiene problemas de conformación, callos en las patas (puede ser igualmente destinada a la obtención de crías, no con fin reproductivo pero sí como productores de carne), dócil (tanto con su encargado como con sus crías) y, fundamentalmente, que sea buena criadora, es decir, que posea leche en suficiente cantidad para amamantar todos sus gazapos.

Esto, junto con la docilidad, se traduce en un alto porcentaje de destete. Es muy importante tener en cuenta la cantidad de gazapos que llegan al momento del destete. De nada sirve una hembra que pare muchas crías pero que después no puede llevarlas a buen término. Esa coneja hay que descartarla. 

Una coneja está "lista para trabajar" a los cuatro meses de edad, cuando pesa entre 3 y 3,2 kilos; aquellas que no lleguen a este peso en esa edad ya no podrán ingresar en el plantel reproductor. Debido a su particular fisiología, la hembra se halla casi siempre a disposición del macho, pero hay períodos en que se encuentra mucho más receptiva, mostrando algunos signos característicos como puede ser un ligero nerviosismo o la emisión de algunos chillidos. 

De todas formas, el mejor sistema para detectar el momento adecuado para el servicio es examinar la vulva, que debe estar congestionada (hinchada y colorada) y con los labios apenas hacia afuera. 

Hecha esta comprobación, se lleva a la jaula del macho (machos y hembras se encuentran solos en una jaula)  y ya en los primeros dos o tres minutos el conejo hará su primer "salto".

Atención operarios 

Es muy importante que el operario esté atento para poder corroborarlo y así estar seguro de que la hembra fue servida, aunque se deje a los animales juntos hasta concluir la operación con el resto de las conejas. Después se devolverá cada futura madre a su correspondiente jaula. 

Es importante no separar enseguida la pareja, porque el macho puede hacer en pocos minutos dos o tres saltos, y esto puede significar una disminución en el porcentaje de fallas. 

La hembra debe dejarse servir inmediatamente; si esto no sucede debe ser retirada y esperar el momento oportuno. Cuando se están obteniendo crías con el fin de lograr reproductores, es fundamental conocer la procedencia de los nuevos animales. Para ello se identifica cada uno de los padres con un número en las orejas y en la jaula de la hembra se coloca una tarjeta donde esta anotada la fecha del servicio y los datos del macho. 

El establecimiento tiene que llevar una planilla a modo de parte diario, donde queden asentados los servicios que se realizaron.  

Durante los primeros diez días posteriores al servicio, la hembra permanecerá en su jaula preferentemente sin ser molestada; transcurrido este período, el productor realizará la palpación para confirmar o descartar la preñez. 

Hay quienes palpan recién a los 15 días porque es mucho más fácil detectar los embriones, pero a lo largo de un año -tiempo promedio que se mantiene una hembra en actividad- se ganan muchos días haciendo palpaciones con anterioridad. También hay quienes directamente saltean este paso o esperan a que llegue el momento de la parición.

Si en la palpación se detecta que no hay preñez, ese día se vuelve a dar servicio y si sucede lo esperado, a los 20-21 días la coneja estará pariendo. En teoría, una gestación de este tipo toma entre 30 y 31 días. 

Al llegar a la jornada número 28-29 se coloca (o se acondiciona, si ya estaba colocado) el nido para la parición. Para esto se acomodará un poco de viruta de madera a modo de colchón sobre el piso del mismo.
 
Un día antes de la parición, la coneja se arrancará pelo del pecho, las mamas y hasta de los flancos, y lo colocará sobre la viruta formando una pequeña cueva, donde esa noche o la siguiente dará a luz sus crías. Se dan casos aislados en los que la hembra no arma el nido. Esto puede deberse a su condición de primeriza, y, en tal caso, se le otorgará una segunda oportunidad para que "aprenda"; pero si ocurre que esta actitud es por falta de aptitud maternal deberá ser eliminada del plantel.

A veces la coneja no regula la cantidad de pelo que deposita en el nido, por lo tanto será el criador quien estará atento para colocar más o menos, o para extraer una parte en el caso de que la temperatura imperante lo hiciera aconsejable. Luego de la parición, un operario revisará todos los nidos para contar cuántos gazapos tuvo cada coneja, vivos o muertos, anotándolos en la tarjeta colocada en cada jaula. Los muertos se retiran y los vivos se separan por tamaño.

En las camadas no todos los gazapos son iguales y por ello es conveniente agrupar los mayores de dos o tres camadas hasta un máximo de ocho gazapos y ponerlos a una de las conejas, haciendo la misma operación con los de menor tamaño.

Asimismo, la higiene del nido es otro paso en el que se cambia la viruta sucia por otra nueva, y se procura armar el nido redondo tal como lo hace la madre. Es aconsejable separar cuidadosamente el pelo mezclado con la viruta y guardarlo limpio hasta cuando se lo necesite. Se vuelven a acomodar los gazapos, se cierra el nido y hasta el día siguiente no se lo vuelve a abrir.

A partir de la lactancia comienza a manejarse la puerta de la jaula que está conectada con el nido. Por la mañana se abren las puertas y las madres, que tienen las mamas muy cargadas de leche y por eso se sienten molestas, acuden de inmediato a alimentar a sus hijos y permanecen inmóviles en su puesto durante quince minutos. De todas maneras, se les deja hacer lo que deseen mientras se higieniza todo el criadero, luego se cierran las puertas con las hembras en sus jaulas y las crías en sus nidos. 

Lactancia

Este método se denomina "amamantamiento controlado", y resulta muy eficaz porque el encargado se asegura de que las crías se han alimentado. Además, se evitan las muertes por accidentes ocasionados por algún movimiento torpe de una madre asustadiza que no está acostumbrada a ver gente. 

Puede correr nerviosa y, si la puerta del nido está abierta, corre el riesgo de introducirse y asfixiar involuntariamente a algún gazapo. También podría ocurrir que, por tener la libertad de amamantar en cualquier momento, se introduzca la madre en el nido durante la noche y, al salir, se lleve un gazapo prendido a la tetilla, que podría ser encontrado muerto de frío sobre los alambres de la jaula. Por estas razones es importantísimo que el nido quede cerrado durante la noche. El conejito come una vez al día, es decir, no se le hace modificación a su ingesta ni se le ocasiona daño alguno.

La lactancia comprende unos 30 días, pero desde el día 21 el gazapo comienza a ingerir, además de leche materna, alimentos sólidos; por eso se lo deja circular libremente desde el nido y la jaula, donde tiene a su disposición el mismo alimento que la madre. Pasados los 30 días y, con un peso aproximado a los 600 gramos, los gazapos se destetan y trasladan en grupo a otra jaula. 

Desde el momento en que una coneja ingresa en el plantel reproductor, su actividad es constante hasta que se la reemplaza por un nuevo ejemplar. El ciclo de trabajo es el siguiente: servicio, gestación, parición y a siete días de este último se le vuelve a dar servicio. Es por esto que mientras gesta los nuevos embriones amamanta la camada anterior. 

Puede recibir servicio a los dos o tres días después del parto, no corta la lactancia pero no descansa nunca. Por eso es conveniente darle una semana de tiempo para que pueda terminar su lactación, descargar las mamas y siete días después, parir de nuevo. Uno o dos días antes de volver a tener cría estará recargando las mamas nuevamente . 

El arduo trabajo que realiza una coneja en estas condiciones, exige una alimentación a discreción. Sólo es conveniente racionar la alimentación de aquellas conejas que están en "descanso", es decir que no están preñadas. A todo el plantel y durante todos los días de su vida se le suministra fibra a través de alfalfa. 

Alimentación

Un cálculo estimativo de la cantidad de alimento balanceado dividido el número de conejos del criadero permite inferir que un gazapo de 80 días ha consumido  entre 12 y 15 kilos de comida. Dentro de esa cifra se computa la parte proporcional de la madre, padre y hermanos muertos. 

El alimento que comen estos roedores destinados a producción intensiva es balanceado para conejos. "Hay qué tener cuidado en la selección de estos alimentos balanceados porque ha habido casos en los que en vez de cereales se ha descubierto aserrín, viruta o tosca y una vez muertos los conejos, no hay a quién reclamar.

Desde el Punto de vista económico del productor la edad ideal para vender a un conejo va de los 65 a 70 días (peso faenado aproximado: 1,2 -1,3 kilos) porque hasta esa fecha con poco alimento produce mucha carne. De allí en adelante la  comida que ingiera en mayor proporción se transformará en grasa, lo cual acarrea una pérdida de balanceado que no se recupera en la venta. Pero lo que es económicamente rentable para el dueño del criadero pocas veces lo lleva a la práctica ya que, por lo general, el consumidor argentino prefiere piezas de mayor porte (peso faenado: 1,8 -2 kilos). 

Enfermedades

La enfermedad que más estragos causa en este tipo de criaderos es la mixomatosis. Se trata de una enfermedad endémica proveniente del norte del país que se transmite a través de los mosquitos, causando la muerte de los animales. 

Para prevenir este mal, en los meses de septiembre u octubre se aplica a los conejos una vacuna inyectable vía subcutánea. A pesar de que lo óptimo sería dársela a todo el plantel, los criadores que la dan regularmente suelen inyectarla sólo a los reproductores por el costo que implica hacer lo mismo con los gazapos. 

Los virus y bacterias también se propagan rápidamente entre los conejos, por ello, para evitar pérdidas innecesarias luego del destete se recomienda  flamear nidos y jaulas a fin de desinfectar el ambiente. Para mayor tranquilidad algunos criadores luego del fuego dan una pincelada de cloro sobre todas las superficies flameadas. 

Prevención de enfermedades

Hay cuatro enfermedades que son las que ocasionan estragos en los criaderos de conejos. Una de las principales, por su efecto devastador, es la mixomatosis. Es un virus transmitido por la picadura de mosquito. El inconveniente que tiene es que se presenta en años aislados lo que provoca dudas al productor sobre cómo hacer frente a este problema.

Existe una vacuna francesa, otra brasileña y vacunas nacionales. Son muy buenas, se aplican una vez al año y tienen un poder residual de seis meses, por lo que conviene aplicarla en octubre/noviembre para que cubra la época de grandes calores (período de proliferación de mosquitos).

Esta enfermedad causa una altísima mortalidad que ocasiona cuando el virus se disemina (97 a 98%). Prácticamente no se salva nada. Por ello se recomienda la prevención, sobre todo si se tiene en cuenta que el efecto de las vacunas comienza recién después de un par de semanas.

Externamente lo que se ve en el animal es la inflamación de las conjuntivas (de los ojos y labios) y una exudación nasal. Aparecen bultos diseminados por el cuerpo, principalmente por la cabeza o las orejas. Y con el tiempo también se inflaman los órganos genitales y la cabeza adquiere un aspecto leonino. Cuando comienza la inflamación de párpados y labios, conviene sacrificar al animal para que no contagie a los demás.

Hay otra enfermedad de la cual muchos no hablan como importante pero que ocasiona consecuencias económicas tremendas. Es todo lo que se refiere a una enfermedad de tipo nutricional, que tiene que ver con un complejo diarreico que se presenta en los conejos. En ella intervienen diarreas normales, bacterianas, coccidiosis y enteritis; o sea, un complejo de varios tipos de enfermedades gastrointestinales, que básicamente tienen uno o dos motivos fundamentales, la alimentación por un lado y el estrés por otro.

Lo primero que hay que hacer para revertir esta situación es suplementar el alimento con fibra o bien sacarle el balanceado y darle directamente fibra. También hay antibióticos, pero tienen una escasa acción.

Otro mal que afecta a este tipo de criaderos es la sarna, que consiste en una enfermedad parasitaria transmitida por los ácaros. Existen dos tipos: una que ataca el cuerpo y otra al pabellón auricular. Son relativamente fáciles de controlar porque hay parasitarios inyectables que tienen una acción muy buena.

La sarna que afecta al cuerpo del animal se caracteriza por depilaciones, seguida de irritaciones en esas mismas zonas. En el caso de la sarna auricular, aparece una costra marrón rojiza en la parte interna de la oreja que crece a medida que avanza la enfermedad. Ambas son muy contagiosas , por lo que también se aisla al conejo.

La última enfermedad o grupo de enfermedades que frecuentan los criaderos son las que atacan el aparato respiratorio de los conejos. Es un cuadro que se manifiesta  a nivel pulmonar. Se produce fundamentalmente en instalaciones bajo tinglado por el manejo de la ventilación (exceso o momento inoportuno) y es altamente contagiosa.

Los síntomas que acarrea este mal son estornudos, tos, catarro nasal y alta infertilidad. Para tratar este cuadro se recomiendan antibióticos de amplio espectro, que aplicados a tiempo pueden salvar a la mayoría de los animales, aunque a un alto costo económico.

Productividad por hembras

Número de conejas

Camada por año

Crías por camada (promedio 7)

Crías que mueren (promedio 25%)

Cantidad de conejos para vender

Ganancia anual (1$ por conejo)

1

6

42

11

31

$ 31

20

120

840

120

630

$ 630

100

600

4.200

1.050

3.150

$ 3.150

500

3.000

21.000

5.250

15.750

$ 15.750

Consumo promedio de alimento balanceado por categoría de animal  

Machos reproductores

Hembras en descanso

Hembras en gestación  

Hembras en lactación  

Gazapos en engorde  

120- 120 
g./día  

120- 150 g./día  

200- 250 g./día  

350 
g./ día  

120- 150 
g./día  

 

 

“¿Sos de esas personas que al cerrar los ojos piensan que pueden cambiar el mundo? Quizás solo debas hacerlo… por favor no nos prives de eso”

"Nuestro reconocimiento al Ser HUMANO sin Fronteras"

Esperamos tu aporte y comentarios 

  Ruta 1 Km 32 Ciudad del Plata Dep. San José   Tel (+598) 2347 83 62

info@amanecerenelcampo.net