Modificación del clima en el
invernáculo
Climatización en períodos fríos
Durante el invierno, la temperatura
nocturna que se registra en el interior de los invernáculos puede
bajar hasta límites peligrosos para las especies en cultivo.
Para evitar estos descensos
nocturnos de temperatura, se pueden aplicar sistemas de
climatización. Estos sistemas se clasifican en activos y pasivos.
Sistemas activos
Los sistemas activos son:
- Sistemas por agua caliente
- calefacción aérea
- calefacción del suelo
- acolchado radiante
- Sistemas por aire caliente
Son los que hacen intervenir
importantes cantidades de energía, tanto para su instalación
como para su funcionamiento.
Los más difundidos pueden clasificarse de la siguiente manera:
Sistemas por agua caliente
Calefacción aérea
Tuberías de hierro distribuidas a lo largo de las paredes
laterales del invernáculo, en la parte aérea y a nivel de la
cubierta vegetal.
El agua caliente que circula por las tuberías proviene de una
caldera y quemador, y los combustibles más usados son: fuel-oil,
gas-oil y gas natural. La temperatura del agua alcanza los 60º C
a lo largo de las tuberías.
Es un sistema bastante costoso, que se limita a producciones muy
rentables.
Calefacción de suelo
Tuberías radiantes enterradas o sobre el suelo por las que
circula el agua caliente.
Si bien está más difundido que la calefacción de aire, debe
manejarse con precaución, pues el calor puede modificar las
propiedades físico-químicas del suelo.
Se prefiere la tubería no
enterrada para aprovechar mejor la emisión de calor hacia el
ambiente. El material más corrientes el plástico, tanto en tubos
lisos como corrugados o anillados (mayor superficie de emisión).
Acolchado radiante
Mangas de plástico flexibles dispuestas entre las líneas del
cultivo por cuyo interior se hace circular agua de origen variable
(solar, geotérmicas, centrales térmicas) entre 20 y 40º C. En
estas mangas se han hecho unas soldaduras circulares dispuestas a
determinadas distancias, en las que se depositan las plantas.
Sistemas por aire caliente
Las partes fundamentales de estos
equipos son
- Un ventilador que hace circular
el aire, extrayéndolo del exterior o del interior del invernáculo.
- Un quemador preparado para
quemar combustible.
- Un intercambiador de calor que
tiene una serie de aletas que se calientan por la combustión
y entre las que circula aire.
La salida de aire caliente se
realiza a través de deflectores direccionales o bien de mangas de
polietileno, provistos de una serie de orificios.
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Para tener en cuenta: Las
ventajas de estos sistemas son: menor costo que los de calefacción
por agua caliente.
Las corrientes de aire eliminan las condensaciones de la cara
interior de los materiales de cobertura y el ventilador puede ser
usado en verano para bajar las temperaturas excesivas.
Los inconvenientes más importantes son que se producen gradientes
de temperatura en el interior tanto en el plano horizontal como
vertical.
Por tener poca inercia térmica, en
caso de avería se produce un enfriamiento rápido del invernáculo;
y en caso de funcionamiento prolongado, puede disminuir la humedad
relativa del aire del invernáculo hasta niveles perjudiciales
para algunos cultivos.
Sistemas pasivos
Los sistemas pasivos son
- Doble techo y/o doble pared
- Pantalla térmica
- Aprovechamiento de la energía
solar o geotérmica para calefaccionar
- Aspersión de agua sobre la
cubierta
Son técnicas simples, más o menos
costosas según los materiales que se utilicen, que hacen
intervenir muy poca cantidad de energía, tanto para su instalación
como para su funcionamiento.
Doble techo y/o doble pared
Consiste en colocar una doble cobertura en techo y/o paredes.
la capa interior es de un polietileno de muy poco espesor y
ubicado a muy corta distancia de la externa. El aire encerrado
entre capaz actúa como barrera aislante; frenando el escape de
calor desde el interior. Aumenta la eficiencia de este sistema, el
insuflado de aire entre las capas, lo que sólo es posible en
estructuras estancas.
Pantalla térmica
Es una cobertura de polietileno o de materiales aluminizados.
Tienen por objeto impedir el escape de la radiación infrarroja
larga emitida durante las noches por suelo y plantas, al mismo
tiempo que reducen el volumen de aire en el interior del
invernadero.
| Las pantallas
debe estar provistas de algún sistema de montaje que
permita su corrimiento durante el día, a fin de no
restar luminosidad a los cultivos. |
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Aprovechamiento de la energía solar o geotérmica para
calefaccionar
Aunque de instalación costosa, el funcionamiento de estos
equipos resulta económico. Su uso está limitado a regiones donde
el recurso solar o geotérmico está disponible en abundancia.
En el caso de los paneles solares,
su uso no se ha generalizado pues, muchas veces las dimensiones
necesarias de éstos para captar la energía suficiente para
calefaccionar, exceden las del propio invernadero.
Aspersión de agua sobre la
cubierta
Técnica simple, utilizada en el sur de Italia, consiste en
asperjar agua sobre la cubierta del invernadero durante las horas
que se producen las heladas. Se forma una capa de hielo de un par
de cm. de espesor que actúa como aislante al escape de calor del
interior.
Aunque muy económico y sobre todo
muy efectivo, tiene el inconveniente de utilizar un gran volumen
de agua por noche, que debe ser canalizada o reciclada para evitar
encharcamientos en los alrededores de las estructuras. Además, es
importante utilizar agua con bajo contenido de sales, para evitar
depósitos sobre la cubierta.
En nuestro país todavía todavía
no se ha generalizado el uso de sistemas de calefacción,
fundamentalmente por problemas de costos.
En la región pampeana se recurre
al encendido de carbón en tambores o latas para
"salvar" un cultivo durante las noches de heladas, pero
esta práctica no es en absoluto recomendable por los depósitos
de combustión que quedan sobre los cultivos y en la cara interior
de la cobertura, además de la concentración de humo que afecta
el accionar de los operarios.
También suelen utilizarse
hornillos donde se queman distintos combustibles de los que sale
una tubería hacia el exterior, que recorre un sector del invernáculo.
Climatización en períodos cálidos
La climatización de invernáculos
en períodos cálidos es, en la opinión de la mayoría de los
especialistas, más difícil que en períodos fríos.
En esta situación, también se
cuenta con sistemas pasivos y activos que tienden a mejorar las
excesivas temperaturas y a evitar los descensos peligrosos de
humedad relativa, los dos principales problemas que sufren los
cultivos estivales bajo invernáculo.
Sistemas activos
Los sistemas activos son
- Paneles evaporantes.
- Aspersión de agua.
Paneles evaporantes o "cooling
pad"
Enfrían y saturan de humedad el aire exterior que se
introduce en el invernadero en su paso a través de los paneles.
El enfriamiento es mayor cuanto más seco sea el aire exterior.
Los paneles alveolares se presentan
en dos tipos: por sobrepresión y por depresión, tal como
ilustran las figuras 1 y 2.
La elección entre los dos sistemas
está determinada por la hermeticidad del invernáculo. El tipo
depresión es el más simple y económico pero resulta poco eficaz
en invernáculos con entrada de aire no enfriado.
Fig. 1
Cooling por sobrepresión

Fig. 2
Cooling por depresión

Aspersión de agua
Se basa en la transformación de la energía radiante
incidente en calor latente, por evaporación de microgotas de agua
emitidas por aparatos de aspersión.
Se habla de brumización
cuando las microgotas tienen un tamaño superior a los 200
micrones. Estas gotas caen sobre el suelo y el cultivo, de donde
se evaporan más o menos rápidamente según las temperaturas de
estas superficies.
Se habla de "fog-system"
cuando las microgotas tienen menos de 100 micrones y quedan en
suspensión en el aire hasta su completa evaporación.
A medida que disminuye
el tamaño de la gota de agua aumenta el costo de los equipos de
aspersión.
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Para tener en cuenta: la
aspersión de agua sobre el techo del invernáculo no ha
demostrado efecto en reducir la temperatura del ambiente, plantas
y suelo.
Sistemas pasivos
Los sistemas pasivos
son
-
Ventilación
natural.
-
Sombreado.
-
Pantallas
aluminizadas.
Ventilación natural
Los intercambios de aire entre el interior de un invernáculo
y el exterior constituyen un proceso que afecta considerablemente
el clima del mismo. La renovación de aire tiene un impacto, no
solamente sobre la temperatura del aire, sino también sobre el
vapor de agua y el CO 2.
La ventilación de un
invernáculo se caracteriza por la tasa de renovación horaria, número
de veces en que el volumen de aire de un invernáculo se renueva
en una hora.
De una correcta
ventilación puede depender el éxito de un cultivo, por eso la
importancia de su manejo de acuerdo con las condiciones del clima
exterior y con las necesidades de los cultivos.
Sombreado
Se basa en la posibilidad de bajar la temperatura de un invernáculo
disminuyendo la cantidad de energía radiante que penetra.
Los dos tipos de
sombreado son:
El blanqueado con
cal
Se recubre con cal y algún adhesivo las paredes y techo del
invernáculo durante el período estival. La aplicación se hace
generalmente con mochila. Es una práctica económica y eficaz. La
concentración a usar depende de las necesidades del cultivo. Debe
retocarse después de las lluvias y lavarse completamente a
comienzo del otoño.
Sombreado con
tejido agrícola
Mallas de polipropileno negro de distintas densidades de
sombreado se tienden sobre el techo del invernáculo para
disminuir la luminosidad incidente. Aunque más costosas que la práctica
del encalado, tiene la ventaja de su rápida eliminación cuando
ya no se necesitan.
Pantallas
aluminizadas
Son telas con fibras metálicas que se colocan en el interior
de las estructuras (como las pantallas térmicas en invierno). Los
materiales metálicos o aluminizados reflejan la luz incidente.
En la región
pampeana, en invernáculos de plástico destinados a hortalizas,
recién se están difundiendo en forma generalizada las prácticas
del sombreado en verano. El encalado y el "embarrado"
(barro + adhesivo) son las técnicas más utilizadas por su bajo
costo.
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