Cultivo
de coriandro:
Barbecho y Preparación del suelo
El mantenimiento de una barbecho limpio, evitando la semillazón de las malezas y permitiendo la acumulación de agua y la
mineralización de la materia orgánica serían las condiciones ideales para
un óptimo desarrollo del cultivo de coriandro.
Las primeras labores se relacionan con el trozado de los residuos de la cosecha anterior y su semi-incorporación, en el
caso de detectarse la presencia de capas subsuperficiales densificadas se debe proceder
necesariamente al pasado de un cincel con un beneficio adicional de facilitar la infiltración
del agua de lluvia (acumulación de agua en el perfil), permitir una mayor exploración
del sistema radicular (mayor capacidad de captación de agua y nutriente) y la temporada acumulación superficial
del agua que conduce a la muerte de las plantas por asfixia radicular.
Las labores de preparación del suelo deben propender a una cama de siembra libre de malezas y mullida pero sin cámaras de aire, con residuos en superficie para disminuir el drenaje superficial y evitar la
erosión y disminuir el impacto de las gotas de lluvia, que en los casos de suelos con
muchos años del agricultura, baja estructura de los agregados y elevado porcentaje de arcilla se plancharán afectando la emergencia de las plantas.
Los implementos a utilizarse
para la realización de las labores tanto primarias como secundarias va a depender
de la disponibilidad de los mismas (arado de reja y vertedera, arado de discos, rastras de discos, cincel, etc.), de la zona y del tipo de suelo y muy especialmente de los principios que se sustenten en relación a la conservación del recurso suelo.
Las labores secundarias deben permitir la presencia, en el perfil del suelo de una zona algo compactada donde se depositaría la semilla, rodeada de suelo medianamente refinado que
favorezca el buen contacto suelo-semilla y por ende la absorción de agua por parte de la
simiente.
En relación a la capa superficial del suelo, las partículas
del mismo deben tener una granulometría tal que evite el encostramiento superficial provocado por la ocurrencia de precipitaciones posteriores a la siembra en suelos con un excesivo desmenuzamiento.
Es aconsejable el mantenimiento superficial
del rastrojo que proteja al suelo de las inclemencias
climáticas muy especialmente teniendo presente que el coriandro es una especie que posee un muy lento crecimiento inicial (el suelo suele permanecer desnudo o con escasa cobertura foliar hasta cerca
de 35 a 40 días posteriores a la a la emergencia). La presencia de panes de tierra de gran tamaño dificultan la emergencia de las plántulas.
La época de siembra suele extenderse entre los meses de junio y julio e inclusive agosto; la realización de la siembra en fechas tempranas determina un mayor desarrollo vegetativo de las plantas (mayor longitud de la etapa de "roseta") y mayor rendimiento en grano, algunas experiencias de campo han demostrado una excelente respuesta en siembras realizadas desde mediados a fines de mayo.
La fecha de siembra será una decisión condicionada por el
momento de desocupación del potrero, por el cultivo antecesor, la preparación de la cama de siembra, su contenido de humedad, etc.
Esta especie se propaga por medio de sus frutos enteros (esquizocarpos) o partidos
(mesocarpos). Es necesario conocer la pureza de la simiente, el poder germinativo y el vigor, que junto al conocimiento de los factores bióticos y abióticos que incidieron sobre la etapa de
formación del grano y pérdida de humedad permitirán evaluar no sólo los kg/ha de semilla a, sembrar sino también la
necesidad ó no de aplicación de fungicidas y/o insecticidas junto a la
semilla.
La calidad del grano se puede determinar a través de diversos métodos que
evalúan la calidad física y la calidad fisiología de la futura simiente. Los primeros se encuentran relacionados con la pureza (%
expresado en peso de la semilla pura) que puede determinarse y notarse a simple vista.
El color de los granos puede dar un indicio de calidad ya que pueden presentarse manchados con colores
grisáceos, indicando malas condiciones en la cosecha (lluvia) o en etapas previas. Es
común ver ataque de insectos en las semillas almacenadas, perforaciones, que disminuyen el peso y el poder germinativo de los frutos.
Para determinar la calidad fisiológica, son normales las pruebas de poder germinativo entre las cuales se encuentra el exponer las semillas humedecidas durante 12 a 15 días a
5 - 7 ºC y luego llevar a estufa a 25 ºC. Exponer los granos durante 7 días a
8 -12 ºC y 10 días más a 20 - 30 ºC.
Colocar los granos en cámara de germinación a
15 ºC, previo lavado con agua durante 2
hs. Colocar en estufa con una alternancia de 18 hs. a 10 ºC y 6 Hs. a
50 ºC. Esta prueba dio valores de 81-92 % de poder germinativo con respecto a un testigo colocado a
18 -
22 ºC que arroja valores de 6 al 35 % de poder germinativo.
La alternativa más común de siembra es el uso de la sembradora de grano fino con una distancia de 15 cm., 17,5 cm. 6 bien 35
cm. entre surcos, tapando boquillas por medio. Los soviéticos citan distancias entre hileras de 45
ó 60 cm. pues les permite realizar labores entre los surcos para controlar malezas, situación difícil de solucionar con distancias de 15 cm.
La densidad de siembra enumerada en la literatura posee alta variabilidad en cuanto a
kg./ha a sembrar, los valores más comunes oscilan entre los 15 y 30 Kg./Ha, los húngaros citan distancias entre hileras entre 12 y 20 cm. con una densidad de 50 a 70 plantas por metro lineal que se correspondería con unas 300 - 500 plantas por metro cuadrado. En siembras utilizando coriandro tipo marroquí se manejan densidades de 20 Kg./Ha, en los cultivos con coriandro
tipo "ruso", dado su menor peso de mil granos, se podrían emplear menor cantidad de kg/ha,
En relación a la profundidad de siembra la misma puede variar entre los 2 y 6 cm dependiendo del tipo de suelo, la calidad y el tamaño de la semilla, la profundidad del nivel de humedad
del suelo, etc. Una desuniformidad en la profundidad de siembra acentuará aún más la
desuniformidad típica de esta especie por ello es recomendable la utilización de la fertilizadora de precisión, utilizada comúnmente para la siembra de
semillas muy sembradora pequeñas como por ejemplo las forrajeras.
Esta sembradora, además de lograr una mejor dosificación en cuanto a la cantidad de semillas sembrado permite ubicar al fertilizante cerca de la semilla pero sin entrar en contacto con la misma y uniformiza la profundidad de siembra.
Con frutos de coriandro de un peso de 1000 gramos de 10 gr. y un poder germinativo de 90 %, suponiendo una, pérdida
del 10 % adicional durante el cultivo, si se utilizan 20 Kg./Ha es esperaba una dotación de plantas/metro cuadrado de alrededor de 160 (valores usuales en lotes de producción)