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Avicultura: Faisanes
Debido al difícil momento en que se encuentra el sector agropecuario, las producciones denominadas
"alternativas" surgen como una posible solución a esta situación. Se trata de las actividades que se dedican a explotar e investigar nuevos sectores productivos no tradicionales. Dentro de la avicultura, la cría intensiva de aves de corral
atípicas, como los faisanes, perdices o codornices, comienza a tener una gran aceptación entre los pequeños y grandes productores.
Aspectos
técnicos
Existen muchas razas diferentes de faisanes y es difícil encontrar ejemplares que presenten un absoluto estándar de pureza. Se trata de mestizos, fruto de cruzamientos interraciales, o bien de especies procedentes del acoplamiento de padres
que pertenecen a diversas líneas de a misma raza.
Los phasianus son de pico moderado , fuerte y arqueado; alas cortas, anchas y redondeadas; cola de dieciséis
a dieciocho plumas muy largas; tarsos fuertes y escamados, con agudos espotones en los machos; diferencia sexual manifiesta a los 45 días, siendo la hembra de color marrón grisáceo, más pequeña que el macho de
pecho verdoso, cuello adornado con un collar blanco y la cabeza con escasas plumas y una
cresta color rojo intenso.
A diferencia de otras especies utilizadas para la avicultura, el faisán es un ave al
que por sus características se lo puede definir como un animal salvaje. Cuando se piensa en instalar un criadero es necesario tener en cuenta que existen tres mercados posibles: la explotación de la carne, poblar cotos de caza y ornamentaciones.
Instalaciones
El terreno para ubicar la granja debe estar lo más
alejado posible de casas de habitación, de otras granjas y de
futuros centros urbanísticos, turísticos, etc., debido a la
regulación que existe por parte del Ministerio de Salud; para
evitar, entre otras cosas, el contagio de enfermedades entre
animales y hacia el ser humano.
En todo momento es necesario
disponer de electricidad y de una buena fuente de agua potable,
para llenar las necesidades fisiológicas de las aves y de la
limpieza de los galpones y equipo.
El tipo y calidad de construcción de un galpón, depende de
las condiciones climáticas del lugar, de la finalidad de la
producción y de los medios económicos con que se cuente.
El galpón debe ser construida en lugares secos, terrenos bien
drenados, y preferiblemente en sitios donde el sol penetre varias horas durante el día y esté
protegido de fuertes
corrientes de viento.
Para el buen funcionamiento de la granja es
necesario que los galpones tengan amplios aleros, especialmente
en zonas húmedas; buena ventilación, acondicionamiento para los
bebederos, comederos, nidos, luz eléctrica, fuente permanente de
agua potable y una buena cubierta de piso.
La construcción ideal
de un galpón debe tener un zócalo o pared de bloques de concreto
con un mínimo de 60 a 80 cm de altura, sobre el cual se coloca
los horcones de madera o "perlings" de 1,20 m; para una
altura total de 1,80 m, desde el piso hasta la solera. El espacio
abierto de la pared se forra con malla metálica , con huecos de unos 2,5 cm.
El piso de tierra se puede apelmazar y ser utilizado en
esta forma, aunque por razones sanitarias es preferible chorrear
una capa con concreto, de un espesor (5 a 6 cm) que no se quiebre
con facilidad y dure muchos años, y que además permita efectuar
una buena lavada. El material
más recomendable para la cubierta del techo es el zinc corrugado,
por su mayor durabilidad y facilidad de colocación; no obstante
se puede usar cualquier otro producto como tejas de barro,
fibrocemento, etc.
El tipo de galpón se debe ajustar a la
actividad (crianza/desarrollo o crianza/producción de huevos) y
al número de animales que se desea tener. Cuando el galpón tiene
más de seis metros de ancho, se recomienda el techo de dos aguas, para
que no sea muy alto y porque le brinda mayor protección al
impedir la entrada de lluvia y viento.
Las dimensiones del galpón dependen básicamente del número de animales que se desee
tener, de la topografía del terreno y de los materiales
disponibles. Si no se tienen los conocimientos básicos de
construcción, es mejor consultar con algún técnico o
constructor, quien le pueda dibujar el plano del galpón y hacer
el presupuesto respectivo. Lo lógico en todo caso, es que no haya
desperdicio de materiales, como cortar lo menos posible la madera,
perlings o las láminas de zinc. Hay que tratar de utilizar la
mayoría de los materiales en las mismas dimensiones en que se
comercializan. En zonas de clima caliente se deben alojar unas
cinco gallinas por metro cuadrado, mientras que en clima frío se
puede tener una densidad de seis o siete aves por metro cuadrado.
La cantidad de faisanes dependerá del espacio con el que se cuente. Las jaulas son al piso, y un faisán terminado (seis meses) ocupa dos
metros cuadrados. Por ejemplo, si se adquieren 100 bebés de dos semanas de
vida deben
ubicarse en una habitación o galpón (cada
polluelo ocupa 0,4 centímetro cuadrado) a una temperatura de 30-32 grados.
Sistemas de apertura y cierre de cortinas
En el dibujo 1 pueden observarse los detalles de un sistema rápido de abertura o cierre de cortinas. Este sistema consta de un cable de
acero de 4 mm sostenido en cada extremo del galpón por una roldana de fundición de 4 pulgadas.
En uno de los extremos del cable se coloca un contrapeso y en el otro una rnanivela (un simple
rodillo con manija o bien con un sistema de multiplicación de fuerza
mediante engranajes). Cada 1,80 m debe colocarse una roldanita o un gancho de hierro de 6 mm
recubierto en la parte curva con una manguera plástica por donde pasan las cuerdas de poliéster que unen la cortina al cable de acero. A través del doblez que la cortina debe
poseer en la parte superior se pasa un hierro de 8 mm o caño fino sobre el cual se atan las mencionadas
cuerdas cuando la cortina está totalmente baja.
De este modo, al accionar la manivela, en pocos segundos puede cerrarse o abrirse todo el lateral de un galpón. Para sujetar la cortina y
evitar que se rompa cuando hay viento conviene colocar tiras de contención cada 1,80 metros, ya sea en posición vertical o en forma de X.

1-Crique
2-Roldana
3-Madera
4-Roldanita |
5-Cable de acero
6-Rienda
7-Cuerda de poliester
8-Contrapeso |
9-Cortina de
arpillera plástica
10-Varilla longitudinal de hierro de 8 mm. de diámetro. |
Requerimientos de ambiente
Para lograr el microclima apropiado se utilizan distintos sistemas de calefacción. Lo más
aconsejable son las pantallas infrarrojas a gas envasado a la llama azul de kerosene (equipos de uso común en avicultura). En la tercera semana la
temperatura debe decrecer hasta los 27 grados y a los veintiocho días llegar a los 21 grados (temperatura ambiente). Luego, hasta los noventa días, el faisán entra en una etapa intermedia o de aclimatación con el exterior.
Finalizado este proceso, los animales, que pesarán aproximadamente 500 gramos, estarán en condiciones de ser
liberados en parques de acabado donde permanecerán por un período de 60 días.
En cuanto a las instalaciones, para esta etapa se aconseja construir una jaula de 100 x 20 metros (medida ideal para la gran producción, aunque la misma puede adaptarse al espacio del que disponga el productor) con alambre perimetral de 3 o 4 metros de altura y tejido plástico de techo. Si bien
estas aves son resistentes a los cambios de clima, es esencial que dentro de la jaula exista un tinglado o box de
resguardo donde se ubican los comederos.
Dependerá de las
necesidades y exigencias del avicultor separar los faisanes adultos para
faena
de los futuros reproductores. Esta cuidadosa selección determinará el éxito o el fracaso de una producción constante y lucrativa. Los faisanes más fuertes se derivan a jaulas especiales de 2 x 5 metros con un box de 1,5
metro. En ellas se alojarán grupos de 4 o 5 reproductores (tres o cuatro hembras por macho).
Las faisanas comienzan su postura a los doce meses y se mantienen activas durante ocho años, pero el máximo de su rendimiento se manifiesta en el segundo, tercer y cuarto
año. Los primeros huevos aparecen aproximadamente a mediados de septiembre y la postura continúa hasta fines de diciembre. Si se calcula que las hembras ponen un huevo cada veinticinco horas, en dos meses y medio se obtendrán entre 75 y 80 huevos por ave. Cada uno, de color marrón
parduzco, pesa alrededor de 35 gramos y son extremadamente delicados.
Para lograr los nacimientos se emplean incubadoras normales para avicultura.
Estas pueden ser del tipo horizontal, vertical, a gas, kerosene o eléctricas. Las primeras consisten en
gabinetes tipo mesa, que debajo de la tapa poseen serpentinas
conductoras de agua calefaccionada. Otras simplemente funcionan con resistencia eléctricas. Las bandejas de incubación y nacimiento en forma de cajoneras poseen un enrejillado de alambre separado por 28 milímetros de
distancia uno del otro. De este modo, las varillas de alambre retienen los huevos. La temperatura en el interior debe ser de 37 grados. El calor generado es distribuido y bien mezclado en todo el volumen del aparato, de modo que en todos los niveles se mantiene la misma temperatura.
Los primeros polluelos rompen el cascarón a los 24 días. Vale la pena aclarar que la fertilidad de los faisanes es de un 70%. Por ejemplo, si se incuban 1.000 huevos se obtendrán cerca de 700
faisanuchos,
y a esta cantidad habría que restarle un 30% de mortandad en los primeros quince días.
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Tratamiento
de huevos Fértiles
El agua puede suministrarse a través de
bebederos automáticos con tuberías
preferentemente de plástico o hierro galvanizado.
Esto es para evitar que de las superficies metálicas puedan liberarse óxidos, los cuales interfieren la acción de los medicamentos que eventualmente podrían administrarse. Las aguas con elevado nivel de hierro están particularmente
contraindicadas en el lavado de huevos destinados a la incubación.
Concejos a tener en cuenta para la
elección del terreno y el diseño de los galpones
- Ser del menor costo posible.
- No inundable y de buen drenaje.
- Contar con agua potable.
- Estar aislado de otras granjas.
- De fácil acceso a rutas y
caminos afirmados.
- De dimensiones tales que permita
una buena disposición de los galpones y futuras ampliaciones.
- Los galpones se construirán
sobreelevados respecto al nivel del terreno.
- La orientación del galpón
NO-Se, en su longitud mayor, es la más indicada para la zona
del litoral y la bonaerense, ya que permite una buena
circulación de aire y evita la fuerte incidencia del sol en
verano.
- Para la separación de los
galpones se debe considerar entre dos y medio a tres veces el
ancho del galpón.
- Un correcto manejo de las
cortinas y el uso del sobretecho del galpón contribuyen a
controlar la humedad; mantener bajos los niveles de dióxido
de carbono y amoníaco, permitir la entrada de aire y puro y
eliminar el exceso de polvillo en el ambiente.
Alimentación
Una mala alimentación puede ser la causa de una merma en los nacimientos o posterior desarrollo de
estas aves. Las necesidades alimenticias del faisán están basadas en principios inmediatos, como los hidratos de carbono, aminoácidos, minerales y vitaminas, para dar el máximo rendimiento económico en la función zootécnica a la que se someten. Los comederos más convenientes son los denominados "tolva" por su facilidad de manejo y de recargado.
Para llegar a producir un faisán adulto (seis meses) se requieren durante los primeros noventa días 3,5 kilogramos de alimento (con un 30% de proteínas) y de 6 a 7 kilogramos hasta su finalización.
Una buena fórmula de engorde es la combinación de pelet de soja, trigo, maíz, sorgo y harina de pescado o carne como base proteica.
Formulas de alimentación
| |
Cría |
Recría |
Postura |
|
Maíz molido
|
70% |
78% |
72% |
|
Soja desactivada
|
27% |
20% |
20% |
|
Ceniza de hueso
|
3% |
2% |
2% |
|
Metionina
|
- |
- |
0.3 |
|
Núcleo
|
- |
- |
0.5 |
|
Conchilla
|
- |
- |
- |
|
Lisina
|
- |
- |
0.15 |
|
Sal
|
0.2% |
0.2% |
0.2% |
En el caso del maíz de acuerdo a la edad
del animal se utiliza primeramente maíz molido, después maíz partido
y por último maíz entero.
El poroto de soja crudo es indigestible para las aves, debe ser
calentado para desactivar el factor inhibidor de la tripsina que segrega
el páncreas.
Algunos consejos para quien se inicia
en la cría de faisanes
El faisán, por naturaleza, es un animal muy agresivo. El canibalismo es un peligro siempre acechante en su explotación.
Buscar una solución a este problema es un factor clave para mantener la colonia
saludable y productiva.
1. Falta de alimento: la carencia alimenticia
se puede evitar recurriendo a un refuerzo de buena calidad. El cambio de la dieta por períodos representa un riesgo. A veces el suministro de
ortigas y de achicoria triturada constituye motivo de distracción
ejerce una función tranquilizante.
2. Otro factor que conduce al canibalismo es la insuficiencia de espacio y un ambiente inadecuado, éste puede evitarse si se pone a disposición de los animales
alojamientos dotados de matorrales y agua siempre fresca.
3. En los alojamientos de cría se debe evitar que la temperatura sea excesiva. lo mismo la luz. Una buena ventilación, aparte de favorecer el
emplumamiento, produce en las aves un estado de bienestar y limita el nerviosismo.
4. Es recomendable no introducir en las familias ya creadas animales ajenos
a ellas.
5. El corte de picos es esencial para evitar que se dañen entre sí. Este debe realizarse cada vez que la parte dura del pico se
regenere. Es indoloro y puede repetirse tres veces en noventa días.
6. En el caso de hallarse ante un picaje rebelde en los adultos, se emplean gafas de plástico.
7. Estas se quitarán tres o cuatro días antes de soltados los faisanes.
8. los animales heridos o enfermos deben ser separados inmediatamente del
resto del grupo, manteniéndolos hasta que dure su curación en alojamientos individuales.
9. En los días especialmente calurosos conviene bañar los animales mediante sistema de aspersión.
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