Análisis
económico
Convencional versus orgánico
Parte de los productores
agropecuarios que incursionan en la agricultura orgánica lo hacen
con una firme convicción sobre los principios que dan origen a la
alternativa. Otro grupo lo hace en la búsqueda de caminos para
aumentar la rentabilidad de sus explotaciones. De este modo
pretenden transformar un commodity en un speciality, y con ello
lograr cierta influencia en la determinación del precio de su
producto. Sin embargo, si para el commodity la predicción de
ingresos a obtener presenta dificultades, los problemas se
incrementan con un "speciality orgánico".
Quien desea incursionar en la
producción orgánica debe tener en cuenta que existen do fuentes
importantes de riesgo: el de producción y el de mercado.
En el riesgo de producción se
incluyen los provenientes de factores meteorológicos (bien
conocidos en los cultivos tradicionales) al que se adiciona un
importante riesgo tecnológico. El sistema orgánico es sumamente
nuevo, por lo cual está sometido a permanentes ajustes de acuerdo
a los resultados de la experimentación, a la aparición de nuevos
productos y técnicas aplicables e, inclusive, al surgimiento de
demandantes de nuevos productos para los cuales aún no existe un
itinerario técnico orgánico disponible y es necesario extrapolar
resultados.
No es difícil ver que a iguales
efectos de las técnicas propuestas en los dos sistemas, la falta
de ajuste en el orgánico puede conducir a peores resultados. Por
ejemplo, no es igual trabajar en un ciclo agrícola con
condiciones favorables para el desarrollo de plagas en una soja
tradicional que en una soja orgánica. Del mismo modo, una
excelente campaña por sus condiciones meteorológicas puede
tornarse desfavorable en el mundo orgánico si el crecimiento de
malezas no puede controlarse adecuadamente por medios mecánicos,
ya que está prohibido el uso de herbicidas sintéticos.
Los rindes de
la producción orgánica suelen suponerse inferiores a la producción
convencional. Ello puede no ser así cuando se parte de una
situación "biológicamente favorable" (en cuanto a
fertilidad potencial, malezas, plagas y enfermedades presentes)
mantenidas mediante el sistema sustentable que la agricultura orgánica
propone.
Si se parte de
una idéntica situación favorable inicial, puede aceptarse que en
el sistema tradicional se obtienen rindes superiores en los
primeros años, produciéndose una declinación que es necesario
compensar con el incremento en el uso de insumos. El sistema
sustentable orgánico, en cambio, permite lograr rindes no tan
espectaculares aunque -como la denominación lo indica- constantes
a lo largo del tiempo.
En cuanto al
mercado, existe riesgo debido al costo de producción y al precio
del producto en sí mismo. El costo de producción habitualmente
es considerado como un dato, ya que en el momento de tomar la
decisión sobre el cultivo a realizar es conocido. Existen varias
revistas que contienen listados de precios de los insumos
utilizados en los sistemas productivos tradicionales, pero para el
caso de los productos orgánicos no existen tales listados, e
inclusive suele haber importante variabilidad de los datos que se
obtienen. Así, el precio puede experimentar grandes
modificaciones con respecto a la información inicialmente
obtenida (proveniente de otros productores o inclusive de
proveedores). El precio variará de acuerdo al volumen de la
operación pactada o a la posibilidad de llegar a cierta escala (or parte del proveedor), al sumar los requerimientos de varios
clientes.
La información
que se suele emplear para el cálculo de los costos de producción
se basa en datos pasados, obtenidos de explotaciones que se
dedican a la producción de tipo orgánico. Pero no sólo son difíciles
de obtener sino que normalmente no responden adecuadamente a la
condición futura.
En cuanto a
los precios de los productos obtenidos, a la tradicional
variabilidad de la mercadería convencional se suma la debida al
producto orgánico, por lo cual la incertidumbre sobre
"precios a obtener" es más grande que la acostumbrada,
ya que es la resultante de ambas fuentes de riesgo.
Como precios
orientativos suelen utilizarse los del mercado orgánico de
Estados Unidos, que en general duplican los del producto
convencional, por lo cual constituyen un extremo superior
factible. Tampoco debe olvidarse que en frecuentes ocasiones el
mercado norteamericano opera como "triangulador" (siendo
el destino final los países de la Unión Europea), cobrando un
margen por su intervención. En el otro extremo, es posible que la
producción orgánica deba venderse como producción convencional,
pagándose como un commodity, es decir como una producción no
diferenciada. Son factibles todas las situaciones intermedias.
El mercado orgánico,
además, responde a las características de los "mercados volátiles",
donde aquello que es negocio esta campaña deja de serlo la campaña
siguiente, y aún dentro de la misma campaña. Para darle mayor
estabilidad a los resultados, es importante el logro de una sólida
cadena comercial, donde el productor gane la confianza del
demandante en base al cumplimiento de los volúmenes y calidades
de producto prometido, lo cual no siempre es fácil de lograr.
Para que el
sistema orgánico resulte exitoso comercialmente, la "atención
empresarial" necesaria resulta superior al sistema
convencional. Esta actitud se origina tanto en la necesidad de
contar con información técnica adecuada para obtener buenos
rindes, como en el estricto y continuo control para evitar
desequilibrios del sistema (enfermedades, plagas, malezas), y como
de la capacidad de comercializar adecuadamente los productos para
lograr un precio elevado.
Es importante
señalar que existen productores orgánicos que consideran que las
producciones proporcionan resultados más estables que las
alternativas convencionales una vez que han obtenido conocimientos
suficientes y logrado equilibrio de su sistema de trabajo. volver
Como calcular el costo de un
producto orgánico
Los resultados
económicos de llevar a cabo producciones orgánicas difieren
bastante entre sí, de acuerdo al rubro que se seleccione entre
las factibles alternativas. Las diferencias están motivadas en
factores como la duración del período de transición, el grado
de discrepancia existente entre la tecnología convencional y la
orgánica, el tiempo de atención empresaria que requiere cada
producto, el modo de comercializar y varios otros factores. Las
conclusiones que se obtienen no pueden extrapolarse a los sectores
en su conjunto (por ejemplo el resultado económico de obtener un
tomate orgánico no puede extrapolarse al sector hortícola), ya
que en cada caso deben tenerse en cuenta las particularidades
propias de cada producción.
Por esa razón,
el análisis económico debe concentrarse en los factores que
generan incertidumbre. El primer punto que suele analizarse es el
costo en que debe incurrirse para obtener una producción orgánica,
denominado "costo de producción".
Costo de producción de granos
Para
ejemplificar el costo de producción de granos se han considerado
cuatro cultivos: soja, maíz, trigo y girasol. Los tres
primeros son requeridos para consumo humano directo, teniendo buen
grado de aceptación en el mercado externo. En el interno, el
desarrollo de la demanda es menor, si bien para el caso del trigo
son conocidos los casos de "panaderías orgánicas".
La tecnología
propuesta es la modal de casos reales de la zona sur de Santa Fe,
que han partido de una situación favorable en cuanto a malezas y
fertilización (en caso contrario el sistema no es viable). Los
valores utilizados para valuar los insumos corresponden al mes de
agosto de 1997.
En los cuatro
cultivos analizados, el manejo orgánico incluye mayor número
de labranzas para control de malezas; más cantidad
de kilos de semilla por hectárea (a fin de lograr una mayor
cobertura inicial con un mayor stand de plantas por unidad de
superficie) y la aplicación de inoculantes e insecticidas
biológicos. Como contrapartida desaparece el uso de
herbicidas e insecticidas convencionales.
Para el caso
de la soja de primera, los costos directos de producción se
detallan en el siguiente cuadro:
SOJA costos comparados sistema convencional vs orgánico
|
Costos
directos
|
Convencional
|
Orgánico
|
|
Total
de labranzas
|
3,45
UTA
|
5
UTA
|
|
Semilla
|
75
kg/ ha
|
100
kg/ ha
|
|
Control
de malezas, plagas y enfermedades
|
4
aplicaciones
|
3
aplicaciones
|
|
Productos
|
54,07
$/ ha
|
44,30
$/ ha
|
|
Total
|
183,59
$/ ha
|
221,85
$/ ha
|
La diferencia
de costos fijos directos entre las alternativas es de 38,26 $/ha,
un 21 por ciento mayor para la soja orgánica. Esto en términos
de "quintales de commodity" equivale a 1,72 qq/ha.
En algunos
casos se realizan labores manualmente (dependiendo de la oferta y
precio de mano de obra), y también es frecuente el desmalezado
manual complementario a las tareas mecánicas.
Se debe tener
presente que no se ha tenido en cuenta el costo originado por la
certificación de la producción orgánica ni el costo de
asesoramiento, que son costos fijos que se diluyen en mayor o
menor grado de acuerdo al número de hectáreas trabajadas.
Hay que
considerar también que el flete hasta la planta de procesado
puede no ser equivalente a la situación convencional ya que la
mercadería debe conservar su identidad de orgánica evitando toda
mezcla con grano obtenido de modo tradicional.
La limpieza
suele ser más exigente, debiendo tratarse como a una semilla,
siendo muy castigado el porcentual de grano roto o quebrado, en
función de su destino (consumo humano directo sin previa
industrialización). Debe estar libre de aflatoxinas (niveles
permitidos inferiores a 0,01 ppm), siendo la demanda mucho más
exigente que en los cultivos tradicionales.
Asimismo, el
grano destinado al mercado externo requiere el transporte con atmósfera
controlada (dióxido de carbono) para evitar la proliferación de
plagas, ya que no están permitidos los insecticidas
convencionales (de menor costo por unidad de volumen
Para el
cultivo de maíz los costos de producción aparecen en el
siguiente cuadro:
MAIZ costos comparados sistema convencional vs orgánico
|
Costos
directos
|
Convencional
|
Orgánico
|
|
Total
de labranzas
|
3,45
UTA
|
5
UTA
|
|
Semilla
|
22
kg/ ha
|
25
kg/ ha
|
|
Control
de malezas, plagas y enfermedades
|
aplicación
|
-
|
|
Productos
|
14,0
$/ ha
|
-
|
|
TOTAL
|
144,83
$/ ha
|
176,20
$/ ha
|
En este caso
el costo de producción orgánico es 31,37 $/ha, un 21,7 por
ciento superior al convencional, y el equivalente a 2,86 qq/ha .
Los mayores trabajos mecánicos de este cultivo hacen que la
defensa contra plagas, malezas y enfermedades sea mayor aún sin
aplicación de ningún producto.
En el cultivo
de trigo los costos de producción son los siguientes:
TRIGO costos comparados sistema convencional vs orgánico
|
Costos Directos
|
Convencional
|
Orgánico
|
|
Total
de labranzas
|
2,75
UTA
|
3,50
UTA
|
|
Semilla
|
110
kg/ ha
|
130
kg/ ha
|
|
Control
de malezas, plagas, enfermedades y aplicación fertilizantes
|
3
aplicaciones
|
1
aplicación
|
|
Productos
|
24,55
$/ ha
|
13
$/ ha
|
|
Total
|
123,18$/
ha
|
128,52
$/ ha
|
En el trigo,
los herbicidas son reemplazados por la pasada de rastra rotativa.
En el caso de estar el cultivo muy enmalezado suele hilerarse
antes de cosechar. La rotación es el medio más efectivo para
controlar las malezas.
La diferencia
para el trigo, como en el caso del maíz, es a favor de la
producción convencional aunque sólo se trata de 5,34 $/ha (4,3
por ciento superior), representando sólo 0,37 qq/ha.
Para el
cultivo de girasol los costos de producción pueden verse
en el cuadro:
GIRASOL costos comparados sistema convencional vs orgánico
|
Costos directos
|
Convencional
|
Orgánico
|
|
Total
de labranzas
|
3,40
UTA
|
4,80
UTA
|
|
Semilla
|
4
kg/ ha
|
5
kg/ ha
|
|
Control
de malezas, plagas, enfermedades y aplicación fertilizantes
|
3
aplicaciones
|
1
aplicación
|
|
Productos
|
11,40
$/ ha
|
13
$/ ha
|
|
Total
|
118,83$/
ha
|
146,97
$/ ha
|
Por lo tanto,
la diferencia a favor del cultivo de girasol convencional es de
28,14 $/ha (23,7 por ciento) equivalente a 1,38 qq/ha.
Cabe destacar
que el girasol no se exporta como grano, sino como aceite orgánico.
Sin embargo, por las dificultades de la extracción, no tiene un
gran desarrollo en el país (a diferencia del aceite de oliva que
naturalmente requiere ser sólo prensado y no refinado y por lo
tanto el sistema tradicional es más cercano al orgánico).
Del análisis
de los costos directos surge que para los cuatro cultivos
extensivos analizados las labores incrementan el costo
directo de la producción orgánica, al ser mayor el número de
labranzas realizadas con respecto a las llevadas a cabo en el
cultivo convencional.
Como
contrapartida, el costo de la producción convencional se ve
incrementado por la incidencia de agroquímicos y su
correspondiente aplicación para el control de malezas, plagas y
enfermedades, aunque su incidencia no llega a equiparar al costo
mencionado en el párrafo anterior.
Por otro lado,
en la producción orgánica el costo de la semilla es más
elevado en razón de su mayor precio (alrededor de un 20 por
ciento superior al de la semilla convencional) y la mayor cantidad
utilizada por hectárea.
De lo expuesto
resulta que los costos directos de producción de las dos
alternativas planteadas (agricultura orgánica y agricultura
convencional) son prácticamente similares en el caso del trigo.
Para los otros tres cultivos, los costos directos de la producción
convencional resultan en algo más del 20 por ciento inferiores a
los de la producción orgánica.
El resultado
final, entonces, depende del ingreso diferencial, donde
intervienen tanto los rindes diferenciales como el sobreprecio a
lograr en cada caso.
Costo de producción de carne
A fin de
analizar el costo de producir carne orgánica, se ha recurrido a
un caso real del partido de Benito Juárez, provincia de Buenos
Aires. Se trata de una invernada de 15 meses de duración
realizada sobre pasturas y verdeos, que con una carga animal de
500 kg/ha (1,67 cabezas/hectárea) obtiene una producción de
carne de 335 kg/ha. Los precios de insumos utilizados corresponden
al mes de octubre del corriente año.
En el cuadro
se resume la información económica referida tanto al sistema orgánico
como al convencional.
INVERNADA costos comparados sistema convencional vs orgánico
Los gastos
directos son más altos en el sistema orgánico debido al mayor
costo de las praderas, ya que se recomienda implantarlas con mayor
densidad de semillas. La duración es inferior al caso
convencional, dado que aunque la vida útil prosiga se roturan
luego de cuatro años para dar lugar a una fértil actividad agrícola
orgánica, lo que genera una mayor amortización anual por hectárea.
También es más
elevado el gasto en personal, debido a la atención de tipo
"individualizada" que reciben los animales. Por el
contrario, el monto destinado a sanidad es más económico, al
eliminarse los tratamientos preventivos (si bien se produce una
mayor mortandad, cuyo costo de oportunidad no ha sido
considerado).
A los gastos
citados debe sumarse el correspondiente a certificación del
producto orgánico y el asesoramiento profesional, de importante
peso tanto en lo que se refiere a la atención veterinaria de los
animales como al conocimiento del sistema (manejo del pastizal,
control de densidad de parásitos, etc.).
Este conjunto
de gastos ampliaría la diferencia entre alternativas, que debe
compararse con el ingreso adicional a lograr para evaluar la
conveniencia económica. Al ser los sobreprecios no demasiado
elevados, es importante la correcta consideración de los valores
de compra, pues una buena compra en el sistema convencional puede
igualar el plus de ingreso de la alternativa orgánica.
Valor actualizado de la producción
orgánica
Para obtener el resultado económico de un cultivo anual, el
productor está acostumbrado al cálculo de medidas residuales
como los márgenes brutos, donde al ingreso a obtener le resta el
costo necesario para lograr el producto de que se trate.
Este no es,
sin embargo, el método correcto para evaluar la conveniencia de
una alternativa orgánica. Vale recordar que en los dos primeros años
en que la misma se lleva a cabo, los productos obtenidos son
certificados como "sistema en transición" y en
consecuencia es altamente probable que no goce de ningún
beneficio en precio, a menos que la habilidad empresaria lo
comercialice internamente como "producto natural", ya
que aún no puede catalogarse como orgánico. En el exterior será
simplemente un commodity de acuerdo a las reglamentaciones
vigentes. Además, la agricultura orgánica requiere de un
adecuado sistema de rotaciones para mantener el sistema viable a
lo largo del tiempo.
Por estos
motivos, al evaluar económicamente la factibilidad de la producción
orgánica es imprescindible tener en cuenta el " factor
tiempo". Así se considerará tanto el período que debe
transcurrir desde que se toma la decisión de incursionar en este
tipo de actividades y el momento en que comienzan a recibirse los
frutos de tal accionar, como también la aplicación del sistema
sustentable. Uno de esos métodos es el del Valor Actual Neto
(VAN).
Valor
actual en granos
Para el análisis
económico de la producción de granos se compara una rotación de
5 años de agricultura y 5 años de ganadería para ambas
alternativas (convencional y orgánica).
Durante los años
de transición, los cultivos a desarrollar son verdeos de invierno
y pasturas sobre las cuales se desarrolla invernada vacuna, a fin
de elevar la fertilidad actual y potencial, como así también
mejorar las condiciones físicas del suelo. Debido a que en ambos
casos los resultados a obtener en este período son similares, se
excluyen del análisis.
Posteriormente
se plantea la siguiente rotación (considerada para una hectárea
de cultivo), tanto para la producción orgánica como para la
convencional: soja de 1ra, trigo/ soja, maíz, girasol y maíz,
totalizando 5 años de producción.
En los gastos
de cosecha para la producción orgánica fue incluido el costo
variable de certificación de la misma. Se prevé un rinde
promedio de la producción orgánica de 22 qq/ha para soja de
primera, 15 para soja de segunda, 25 qq/ha para trigo, 55 qq/ha
para maíz y 19 qq/ha para girasol (coincidentes con los
efectivamente logrados por productores dedicados a la producción
orgánica en la zona Sur de Santa Fe). Los gastos de
comercialización corresponden a los modelos elaborados por la
Dirección de Agricultura de la SAGPyA. Los precios de productos
son promedios del quinquenio 91/92 a 95/96 actualizados a agosto
de 1997. El sobreprecio considerado para los productos orgánicos
es del 20 por ciento, común de obtener de acuerdo a los
resultados de las dos últimas campañas, en que se han llegado a
obtener diferenciales de entre 35 y 40 por ciento.
VAN de la producción orgánica de granos
|
Rotación
|
Costo
convencional
|
Ingreso
convencional
|
Diferencia
|
Valor
actualizado
|
|
Año 0
|
$
221.85
|
$
461.39
|
+
239.54
|
239.54
|
|
Año 1
|
$
350.37
|
$
641.44
|
+
291.07
|
241.58
|
|
Año 2
|
$
176.20
|
$
603.15
|
+
327.29
|
245.46
|
|
Año 3
|
$
146.97
|
$
344.58
|
+
197.61
|
134.37
|
|
Año 4
|
$
176.20
|
$
503.49
|
+
327.29
|
202.92
|
|
0
|
0
|
0
|
VAN
|
1063.88
|
Los rindes
medios de la agricultura convencional considerados para la zona
fueron de 28 qq/ha para soja de primera, 20 para soja de segunda,
32 qq/ha para trigo, 60 qq/ha para maíz y 21 qq/ha para girasol.
VAN de la producción convencional de granos
|
Rotación
|
Costo
Convencional
|
Ingreso
Convencional
|
Diferencia
|
Valor
actualizado
|
|
Año 0
|
$
183.59
|
$
462.79
|
+
279.20
|
279.20
|
|
Año 1
|
$
306.77
|
$
658.60
|
+
351.83
|
292.02
|
|
Año 2
|
$
144.83
|
$
452.47
|
+
307.64
|
230.73
|
|
Año 3
|
$
118.83
|
$
295.48
|
+
176.65
|
120.12
|
|
Año 4
|
$
144.83
|
$
452.47
|
+
307.64
|
190.74
|
|
0
|
0
|
0
|
VAN
|
1112.80
|
Se considera
que los gastos de comercialización de ambas alternativas son
similares (lo cual puede no ser necesariamente cierto, pues quien
comercializa un producto orgánico puede cobrar tarifas
diferenciales). La tasa de interés utilizada para los cálculos
del valor actualizado es del 10 por ciento anual.
El VAN de
ambas alternativas es positivo (a la tasa de interés
considerada), lo cual indica la conveniencia económica de las dos
variantes. Pero, aún con un incremento del 20 por ciento en
precio de la producción orgánica respecto del commodity, resulta
económicamente más conveniente la producción convencional,
aunque la diferencia es mínima, de 48,92 $/ha.
Los cálculos
anteriores, si bien con datos reales, constituyen sólo un ejemplo
metodológico y de ningún modo pueden tomarse como el resultado a
lograr por todo productor que incursione en cultivos extensivos
orgánicos, aún cuando se trate de la misma zona de producción.
En rigor, el
itinerario técnico aplicado, los lotes seleccionados y su
producción potencial son factores que pueden causar importantes
diferencias en los resultados. Por ejemplo, la práctica de
encalado como enmienda (500 a 2.000 kg/ha) que dura unos 7 años,
combinada con la aplicación de bacterias y micorrizas, y
potenciada con formas de fósforo permitidas (como roca fosfórica),
incrementa los rendimientos a lograr si bien también genera un
mayor diferencial de costos. La consideración de la actividad de
producción de carne orgánica, juntamente con otras de origen
vegetal, puede mejorar aún más los resultados.
Asimismo, la
comparación del sistema orgánico sustentable podría hacerse con
un sistema de agricultura continua, con mayor uso de insumos y
otros rindes diferenciales. La capacidad de gerenciar un sistema
comercial directo, la creación de una marca reconocida y otros
factores empresariales afectan en gran medida el ingreso a obtener
y la "seguridad" y "estabilidad" del mismo.
Valor
actual en frutales
En el caso de
cultivos plurianuales, la aplicación de metodologías de evaluación
de inversiones no constituye una excepción a la regla, sino por
el contrario la forma tradicional de analizar un resultado económico.
En la
actualidad es posible obtener manzanas y peras orgánicas de alta
calidad en la región del Valle del Río Negro y Neuquén,
fundamentalmente gracias al desarrollo y disponibilidad de técnicas
para el control de la plaga Carpocapsa y por no ser necesarias
aplicaciones específicas para la sarna.
Se estudia aquí
el valor actual resultante de aplicar la tecnología orgánica a
un monte de manzanas ya implantado bajo la tecnología de
espaldera, en el Alto Valle del Río Negro. Las tecnologías
diferenciales están referidas al sistema de fertilización, ya
que se emplean fertilizantes orgánicos (lombricompuestos, guano
de chiva o gallina) aplicados en la línea del cultivo. El control
de plagas y enfermedades se realiza mediante productos permitidos,
entre los que se destacan las feromonas de confusión sexual, por
su alta incidencia en el costo. Los cuidados culturales tales como
podas y labores mecánicas, no experimentan diferencias.
En cuanto a la
caracterización de la producción, los expertos no han encontrado
diferencias en la cantidad de kilos a obtener en los cultivos
conducidos con espaldera. Sin embargo, existe un mayor descarte de
fruta -del 25 por ciento frente al 10 por ciento en el manejo
tradicional- y además la fruta es de tamaño algo menor, hecho
que incide significativamente al evaluar el período transicional.
En la
implementación del sistema orgánico no debe olvidarse la
reglamentación referente a la deriva de productos prohibidos
utilizados en las plantaciones tradicionales.
VAN de la producción orgánica de manzanas en el Alto
Valle Río Negro
| |
Costo
|
Ingreso
|
Diferencia
|
Valor actualizado
|
|
Año 0
|
$2872,17
|
$
9762,5
|
$
6890,33
|
$
6890,33
|
|
Año 1
|
$
2872,17
|
$
9762,5
|
$
6890,33
|
$
5718,97
|
|
Año 2
|
$
2872,17
|
$
22137,5
|
$
19265,33
|
$
14449,00
|
|
Año 3
|
$
2872,17
|
$
22137,5
|
$
19265,33
|
$13100,42
|
|
Año 4
|
$
2872,17
|
$
22137,5
|
$
19265,33
|
$
11944,50
|
| |
|
|
VAN
|
52103,23
|
VAN de la producción convencional de manzanas
| |
Costo
|
Ingreso
|
Diferencia
|
Valor actualizado
|
|
Año 0
|
$
2267,35
|
$
11495,00
|
$
9227,65
|
$
9227,65
|
|
Año 1
|
$
2267,35
|
$
11495,00
|
$
9227,65
|
$
7658,95
|
|
Año 2
|
$
2267,35
|
$11495,00
|
$
9227,65
|
$
6920,74
|
|
Año 3
|
$
2267,35
|
$11495,00
|
$
9227,65
|
$
6274,80
|
|
Año 4
|
$
2267,35
|
$11495,00
|
$9227,65
|
$
5721,14
|
|
0
|
0
|
0
|
VAN
|
35803,28
|
En estos
cuadros puede observarse que, considerando precios medios de las
últimas dos campañas, la producción de manzanas con alta
tecnología resulta atractiva, aunque existe un margen ampliamente
favorable a la producción de tipo orgánica.
Particularidades
para el VAN en hortalizas
Los cultivos
hortícolas orgánicos constituyen en apariencia el rubro de mayor
desarrollo con destino al mercado interno, quizá por su carácter
perecedero. Al efectuar el análisis económico de su
conveniencia, es importante tener presente ciertas
particularidades propias de estas producciones.
En primer
lugar, la práctica rotacional requerida para cortar ciclos de
enfermedades y malezas implica que el productor realice una mayor
diversificación de la que se está acostumbrado a ver en los
cinturones hortícolas. El productor convencional suele
incrementar la superficie de cultivo de cada especie con el
objetivo de disminuir costos de producción, por lo que es
conveniente manejar pocas especies en mayor volumen.
En cambio, el
productor hortícola orgánico se ve obligado a llevar a cabo
rotaciones que pueden combinar cultivos de fruto (tomate,
pimiento, calabaza, pepino, choclo, berenjena, zapallito) con
otros de hoja (lechuga, espinaca, perejil, radicheta, acelga, brócoli,
coliflor, repollo), de raíz (cebolla, zanahoria, rabanito,
remolacha, papa) y legumbres (haba, chaucha, poroto, arveja). De
este modo, se arriba a un sistema donde la comercialización debe
manejar muchas especies -es común manejar 15 a 20
"negocios" hortícolas al mismo tiempo- lo cual complica
el sistema.
Por otro lado,
las hortalizas seleccionadas para el negocio orgánico, en algunos
casos, deben regarse por sistema de goteo, mientras que otras
deben regarse por aspersión. En consecuencia, el productor tendrá
que contar con varios sistemas de riego, cada uno de los cuales
poseerá una escala tal que permita ser económicamente
conveniente.
Normalmente,
la diversificación hace posible lograr varios cultivos en la
misma campaña, con lo cual hace más eficiente el uso del suelo,
incrementando los resultados globales del establecimiento. El uso
de fertilizantes orgánicos está ampliamente generalizado en este
caso, ya que las superficies a tratar son menores y en
consecuencia factibles de trabajar, aún con los grandes volúmenes
que deban movilizarse.
Para la mayoría
de los productos es importante la cadena de frío para lo cual hay
que contar tener una escala mínima para poder manejarse con cámara
propia. Asimismo, no debe olvidarse que el clasificado y el
empaque de la producción son de suma importancia en la
diferenciación de las hortalizas orgánicas.
Si bien hay
opiniones encontradas, la actual legislación no invalida el uso
de invernáculos, a pesar que ellos configuran una importante
distorsión de los ecosistemas naturales. En estos casos, aunque
las condiciones suelen predisponer en mayor grado la aparición de
enfermedades y plagas, también debido al ambiente cerrado suele
no complicarse el control de las mismas. Sin embargo los métodos
son bien diferenciados. El uso de calefactores y removedores de
aire simultáneos suele impedir los ambientes propensos a
enfermedades para los vegetales y lograr producciones de
excelentes características. Las feromonas en el interior del
recinto y los espolvoreos con productos permitidos no complican
demasiado el sistema y son sumamente eficaces.
Del total de
la producción obtenida en una chacra hortícola, aproximadamente
un 20 por ciento reunirá las características de tamaño y
calidad requeridas por el mercado externo; un 60 por ciento puede
destinarse a supermercados; y entre un 15 y 20 por ciento a las
ventas localizadas destinadas a almacenes ecológicos o entregas
domiciliarias. De la variación de los porcentajes logrados
dependerán los resultados.
Debe
recordarse que para la exportación hay que reunir un volumen mínimo
de 500 kilogramos por especie, y que los embarques se realizan
casi exclusivamente en contraestación por cuestiones de precio.
Los
supermercados generalmente no hacen gran hincapié en la
diversificación productiva, pero sí en la importancia de una
provisión de suficiente cantidad de mercadería para llenar parte
de la góndola. De hecho, la reposición suele hacerse diariamente
o día por medio, de acuerdo con el producto. Suele trabajar un
repositor dependiente del productor con el jefe de verdulería del
supermercado, a fin de manejar la diferente demanda, según los días
pico de venta. Algunos supermercados, además de exigir el proceso
de certificación, verifican personalmente la producción a
adquirir.
El sistema
puerta a puerta obliga a diversificar en mayor grado que la
entrega a supermercados, para lograr la variedad de hortalizas
requeridas en un hogar. Por ese motivo, requiere una cierta
infraestructura y organización empresaria para recepcionar los
pedidos y enviarlos a su destino en forma diaria.
Con respecto a
los costos de producción, según las fuentes consultadas, cuando
se trata de cultivos caros se transforman en más caros aún en la
alternativa orgánica, aunque en el caso de los de hoja puede ser
igual o en algunos casos inferior.
El precio
puede fijarse a través de porcentajes por sobre el precio de la
mercadería tradicional. Ciertos productores consultados afirman
que para las hortalizas orgánicas los precios son más estables
que para las producciones convencionales, ya que se pactan de
antemano para el caso de los supermercados, y se establecen para
las cajas domiciliarias.
Como se puede
intuir, la comparación del resultado económico del sistema orgánico
con el tradicional en este caso no es nada sencilla, y en cada
situación el productor deberá evaluar el conjunto de características
de ambos sistemas para arribar a adecuadas conclusiones.
En relación a
la demanda, los consumidores internos presentan poco interés en
las hortalizas orgánicas, salvo contados casos que requieren
productos a domicilio. Sin embargo, los supermercados sí demandan
estos productos, a fin de mantenerse a la vanguardia mundial en
cuanto a los productos ofrecidos. La promoción en el lugar de
venta suele ser el sistema con mejores resultados para incrementar
la demanda.
Valor
actual de la producción de carne orgánica
En los países
del Hemisferio Norte es frecuente ver que la crianza y engorde de
animales se produce en condiciones de confinamiento. Este modelo
provoca el hacinamiento en pequeños espacios y emplea técnicas
sumamente artificiales, como la utilización abusiva de anabólicos,
antibióticos y sustancias tranquilizantes, hormonas para el
engorde, crecimiento y reproducción en ambientes cerrados y con
luz artificial. Además plantea graves problemas por la acumulación
de deyecciones y producción de efluentes que contaminan los
cursos de agua. Finalmente, estas técnicas tan artificiales
producen animales que no son precisamente fuertes y sanos, y que
por ello requieren de una gama de productos sintéticos para que
se mantengan en producción.
El sistema de
producción de carne en Argentina dista mucho del anterior, ya que
se realiza a campo, con bajo o nulo nivel de suplementación y no
muchos tratamientos sanitarios. Estas características de producción
han posicionado a la carne argentina frente a consumidores locales
y extranjeros como un producto natural y saludable, con bajos
niveles de grasa intramuscular y de colesterol. Incluso, muchos
han llegado a confundirla con la "carne orgánica".
No obstante,
entre la "carne natural " -o sea carne proveniente
de animales criados a pasto- y la "carne orgánica o ecológica"
existen diferencias conceptuales importantes. La carne orgánica
es un producto de origen natural, que no contiene residuos inorgánicos,
farmacológicos u hormonales que puedan afectar la integridad física
del consumidor. De todos modos, las modificaciones al sistema
convencional no son tan grandes como en otros países e,
inclusive, podría decirse que implementar un sistema de producción
de carne orgánica es menos complejo que implementar la
agricultura ecológica.
Por lo pronto,
el mercado de la carne orgánica prefiere principalmente razas
británicas, sus cruzas y razas continentales. El peso de los
animales debe ser de aproximadamente 400-480 kilogramos, siendo
los más livianos comercializados en el mercado interno mientras
que los más pesados se destinan a exportación.
En el mercado
de la carne ecológica hay dos tipos de cortes: los de alta rotación
(lomo, peceto, colita de cuadril y bife ancho) que tienen gran
demanda y son de alto precio; y los de baja rotación (palomita,
tortuguita, tapa de asado), con poca salida. Los primeros poseen
un sobreprecio para el consumidor, según expertos en el tema, de
aproximadamente el 30 por ciento, mientras que los de baja rotación
tienen un costo similar al de la carne convencional.
La empresa que
actualmente comercializa la casi totalidad de este producto fija
el precio de la carne en base a la integración de la media res.
Así, el ingreso que recibe el productor tiene un sobreprecio
inferior al 30 por ciento, porque si bien todo el animal es ecológico,
no todos los cortes se venden como orgánicos. El precio del
novillo orgánico, efectivamente percibido por el productor
durante 1996, se ubicó de hecho aproximadamente un 8 por ciento
por encima de los valores corrientes de mercado.
El productor
no paga comisión porque la comercialización se realiza en forma
directa, del productor a la planta frigorífica y de allí a la góndola,
sin intermediarios.
Generalmente
el productor de carne orgánica asegura la venta de su producción
a través de sistemas de comercialización claros y canales de
ventas seguros. De esta manera queda a salvo de las oscilaciones
del mercado asegurándose un mejor precio y estable en el tiempo.
La producción
de carne ecológica no encarecería los costos respecto de la
ganadería convencional. Además, el costo que insume la conversión
y la certificación es bajo comparado con el retorno posterior. El
productor ahorra dinero de agroquímicos, si bien debe incrementar
su dedicación (tratamiento individualizado de los animales) y la
de los profesionales intervinientes. Con el tiempo la producción
se valoriza, deja de ser un commodity y pasa a formar parte de la
gama de productos diferenciados.
Cálculo de sobreprecio de indiferencia
Los resultados
obtenidos al analizar la conveniencia de realizar cultivos
extensivos se calcularon considerando que el precio de la producción
orgánica es un 20 por ciento superior a la convencional. Sin
embargo, ya se ha hablado de la variabilidad de los precios de los
productos orgánicos.
Es
interesante, entonces, calcular el "sobreprecio de
indiferencia" de los productos en cuestión, que no es otro
que el mínimo sobreprecio a lograr con la producción orgánica
para que resulte indiferente la decisión de optar por esta
alternativa o por el cultivo convencional. En el punto de
indiferencia, el margen bruto actualizado de la producción
convencional será igual al de la producción orgánica.
Para el caso
planteado de cultivos extensivos en rotación de 5 años,
sobreprecios mayores en un 22,28 por ciento de los obtenidos para
la producción convencional hacen económicamente más ventajosa
la alternativa de producción orgánica. Los precios con ese
porcentaje tornan indiferente optar por una u otra alternativa,
mientras que los precios por debajo de ese porcentual hacen económicamente
más ventajosa la alternativa convencional.
Para el caso
de la producción de manzanas, con sobreprecios del 39 por ciento
la alternativa resulta indiferente con respecto a la convencional,
como consecuencia de los altos costos y la incidencia del mayor
descarte en el período transicional. Pero las actuales
bonificaciones, superiores al 120 por ciento, son sumamente
alentadoras para incursionar en el sistema.